Durante su vida, Bashō fue reconocido por sus trabajos en el Haikai no renga (俳諧の連歌).Bashō no rompe con la tradición sino que la continúa de una manera inesperada, o como él mismo comenta: "No sigo el camino de los antiguos, busco lo que ellos buscaron".Bashō aspira a expresar con nuevos medios el mismo sentimiento concentrado de la gran poesía clásica.[5] Sus poemas están influidos por una experiencia de primera mano del mundo que le rodea y, a menudo, consigue expresar sus vivencias con una gran simplicidad.[11] Los biógrafos han propuesto posibles motivaciones y destinos, incluida la posibilidad de un romance entre Bashō y una sintoísta miko de nombre Yute (寿贞), pero es poco probable que esta relación sea verídica.[12] Las referencias del propio Bashō sobre esta época son escasas; más adelante recordó que "hace tiempo codicié el hecho de ser funcionario y tener un rincón de tierra", y también, "hubo un tiempo que estaba fascinado con las formas del amor homosexual", pero no hay ninguna señal de que se estuviera refiriendo a una verdadera obsesión ficticia o a algo más.[15] En cualquier caso, continuó creando sus poemas que se publicarían en antologías los años 1667, 1669 y 1671.[18] Sus discípulos le construyeron una cabaña rústica y le plantaron un bananero (芭蕉, bashō o Musa basjoo) en el patio, dando un nuevo tengo al poeta que a partir de ahora se llamaría Bashō, y su primer hogar permanente.Comenzó a practicar la meditación zen, pero no parece que lograra recuperar la tranquilidad de espíritu.Con todos estos acontecimientos viajó a Yamura para quedarse en casa de un amigo.En 1684 su discípulo Takarai Kikaku publicó una recopilación de poemas suyos y otros poetas, Minashiguri (虚栗), Castañas arrugadas.[23] Sus poemas pasaron a ser menos introspectivos y reflejaban las observaciones del mundo que le rodeaba:El primer viaje hacia tierras del oeste le llevó desde Edo hasta la lejana provincia de Omi.Tras descansar diez días en Yamada, visitó su pueblo natal en Uedo y los famosos cerezos del monte Yoshino.Bashō les mostró desprecio por el estilo contemporáneo existente en Edo e incluso criticó su obra Castañas arrugadas, diciendo que "contiene muchos versos de los que no vale la pena ni hablar".Esta obra inauguraría el nuevo estilo Minashiguri, donde la poesía clásica china se constituía como referente estético.En noviembre emprendería un viaje más largo cuando, tras una breve estancia en Nagoya, volvió a su Ueno natal para celebrar el año nuevo japonés, fruto del cual surgiría Cuaderno en la mochila (Oi no Kobumi, 1687).[28] Al mismo tiempo, disfrutaba de la vida y tenía un sutil sentido del humor, como se refleja en el siguiente hokku:A lo largo del viaje fueron escribiendo un diario que va acompañado de poemas y, en muchos de los lugares que visitan, los poetas locales los reciben y componen con ellos los correspondientes haikai no renga colectivos.[7] Inicia el diario con las siguientes palabras: Los meses y los días son viajeros de la eternidad.A menudo se considera que es su mejor obra, con algunos hokku como el siguiente: Al final del viaje, y del libro, Bashō llega al pueblo de Ohgaki desde donde se embarca finalmente por regresar a casa.Fueron ellos los que le construyeron una nueva cabaña en un lugar no muy lejano de su residencia originaria en Fukugawa, a donde trasplantarían el famoso banano.Escribió a un amigo y le comentó que "preocupado por los demás, no tengo la paz de la mente".[35] La muerte de su amado sobrino Toin, a quien había llevado con él en su último viaje, lo sumergió en una profunda tristeza.En los poemas de este año se evidenciaba un nuevo estilo poético caracterizado por lo que el llamaría karumi (levedad, ligereza).[36] Bashō está enterrado en Otsu (prefectura de Shiga) en el pequeño templo Gichu-ji(義仲寺), junto al guerrero Minamoto Yoshinaka.Aunque no compuso ningún poema en su lecho de muerte,[37] nos ha llegado el último poema escrito durante su última enfermedad y que se considera su poema de despedida: En lugar de aferrarse a las fórmulas del kigo (季语), forma que aún es popular en el actual Japón, Bashō aspiraba a reflejar en sus hokku las emociones y el entorno que le rodeaba.Estos admiradores fueron pródigos en sus elogios a Bashō y ocultaron las referencias; se cree que algunas de las supuestas fuentes probablemente fueron falsas.[39] En 1793, Bashō fue "endiosado" por la burocracia sintoísta, y durante un tiempo cualquier crítica a su poesía era considerada una blasfemia.
Lugar donde se cree que nació Bashō
Un bananero, en japonés
Bashō
, planta que amaba e inspiró su último
tengo
, el nombre artístico del poeta .
Bashō según
Yokoi Kinkoku
(1761-1832). Retrato (c.1820) de una colección dedicada a los poetas y sus haikús. En este caso aparece la caligrafía del poema de la rana.
Monumento a Bashō, en Ōgaki (Gifu). Fue el último destino del poeta. Cada mes de noviembre se celebra el festival Bashō, dedicado a su memoria.
La tumba de Basho en Otsu
Bashō
según
Buson
(1716-1784), otro de los grandes poetas del haiku que también era pintor.
Monumento con un poema de Bashō, en Yokkaichi (Mie).