[3] Es posible que las personas involucradas en tal relación de pareja no sean compatibles romántica o sexualmente.
Este sería el caso, por ejemplo, de un matrimonio entre un hombre heterosexual y una lesbiana.
[1] En un matrimonio entre una persona asexual y una persona alosexual (es decir, alguien que experimenta atracción sexual), la pareja asexual experimenta escaso o ningún deseo o atracción sexual.
[9][10] Más aún, las personas bisexuales son estereotipadas incorrectamente como promiscuas, confundidas, como si estuvieran pasando por una fase, o incapaces de ser monógamas.
[1][12] Las primeras investigaciones realizadas por Michael M. Ross en las décadas de 1970 y 1980 sobre hombres homosexuales que se casaron con mujeres encontraron que sus razones se relacionaban con expectativas sociales, como defensa contra ser percibidos como homosexuales o a raíz de una homofobia internalizada.
[15] Algunos ocultan su orientación sexual de sus cónyuges, mientras que otros se lo dicen antes del matrimonio.
De los 201 hombres que participaron en el estudio, 9 se identificaron como heterosexuales, 77 como bisexuales y 115 como homosexuales.
[24] Algunas personas que no son capaces de salir del armario enferman o se deprimen, y a veces incluso intentan suicidarse.
Otras, posiblemente esposas muy liberales, saben que su marido es bisexual, pero subestiman la fuerza real de sus tendencias homosexuales.
[25] El hecho de que una mujer tolere las tendencias bisexuales o incluso las encuentre interesantes puede hacerla adicionalmente atractiva para un hombre homosexual porque se siente más aceptado y tiene menos necesidad de mentir.
En el período previo a la salida del armario de su pareja, algunas mujeres pueden sentirse rechazadas o dominadas por él, especialmente si éste esgrime razones falsas (por ejemplo, una supuesta infidelidad) como justificación de su indiferencia sexual.
Sin embargo, estas dudas sobre sí mismas, porque han sido engañadas deliberadamente y tal vez incluso elaboradamente, no están en absoluto justificadas.
[33] Muchas mujeres se ven obligadas a mantener en secreto la homosexualidad de sus maridos porque salir del armario podría perjudicarlas profesionalmente.
Sin embargo, estas mujeres también se sienten aisladas cuando sus maridos reciben la simpatía y la comprensión de todas las demás personas por su salida del armario, mientras que a ellas corresponde que recoger los pedazos rotos.
Otros ejemplos del tema incluyen el libro Brokeback Mountain de Annie Proulx, más tarde convertido en un largometraje homónimo, que narra la historia de dos vaqueros casados que se enamoran el uno del otro.