To Kill a Mockingbird (película)
[5] Forma parte del AFI's 10 Top 10 en la categoría de "Dramas judiciales".Los niños nunca han visto a Boo, que rara vez sale de la casa.Atticus, abogado, cree firmemente que todo el mundo merece un trato justo, poner la otra mejilla y defender las propias creencias.En el juicio, se alega que Tom ingresó en la propiedad Ewell a petición de Mayella para cortar una cómoda y que Mayella mostró signos de haber sido golpeada en esa época.Atticus también afirma que Mayella nunca fue examinada por un médico después del supuesto asalto.Él testifica que previamente había ayudado a Mayella en varias tareas a petición de ella porque "sentía pena por ella", palabras que incitan una reacción rápida y negativa del fiscal.Ésta se escapa de su disfraz y ve al segundo hombre llevando a Jem hacia su casa.Atticus asume erróneamente que Jem mató a Ewell en defensa propia, pero el Sheriff Tate se da cuenta de la verdad: Boo mató a Ewell en defensa de los niños.Su informe oficial indicará que Ewell murió al caer sobre su cuchillo.Sin embargo, el productor, Alan J. Pakula, mostró su desacuerdo y convenció al director Robert Mulligan, realizador adscrito a la denominada «generación de la televisión» y a la corriente del «nuevo cine estadounidense», de que se podía hacer una buena película.Horton Foote también se mostró en un principio reacio a adaptar la novela de Harper Lee, pues se creía incapaz de hacer justicia a la calidad del texto original; finalmente, aceptó.[7] La primera opción que barajó la productora (Universal Pictures) para encarnar al personaje de Atticus Finch fue Rock Hudson.[8] Finalmente, Mulligan y Pakula se lo propusieron a Gregory Peck, que ya había sido cuatro veces candidato al Premio Oscar en los años 40.[8] Dicha elección fue una decisión muy acertada, pues la brillante interpretación de Peck supuso un hito en la dilatada carrera del actor.[7] Por último, cabe destacar que la película supuso el debut cinematográfico del célebre actor californiano Robert Duvall, interpretando el papel del misterioso Arthur "Boo" Radley.Para crear este misterioso personaje, Harper Lee se había inspirado en los recuerdos infantiles que conservaba de un tipo de Monroeville llamado Alfred "Son" Bouleware, que malvivía con sus padres en una casa ruinosa con las ventanas tapiadas, a escasos metros del hogar de la familia Lee.[7] Antes de comenzar el rodaje, el productor, Alan J. Pakula, y el director, Robert Mulligan, viajaron a Monroeville (Alabama) ―ciudad natal de Harper Lee y en la que ésta se inspiró para crear la ficticia Maycomb de su novela― buscando localizaciones para la película, pero les pareció que aquella pequeña ciudad sureña no era adecuada para filmar las escenas clave, pues había experimentado una modernización evidente desde los años 30, época en la que está ambientada la historia.El edificio original de la Corte Penal aún sigue en pie en Monroeville, si bien en la actualidad ha quedado obsoleto y ya no se utiliza en procesos judiciales reales, sino que ha sido reciclado como museo dedicado a la novela Matar un ruiseñor y a la película homónima, así como a la vida y la labor literaria de Harper Lee y a las personas representadas en sus obras."No pasa un solo día en que no piense en lo afortunado que fui por participar en aquella película", aseguraba el actor en una entrevista concedida en diciembre de 1997 al diario The Birmingham News, de Alabama.