[2] Después de la Segunda Guerra Mundial, el interés por la cocina francesa aumentó considerablemente en Estados Unidos.
Beck, Bertholle y Child firmaron inicialmente un contrato con la editorial Houghton Mifflin, pero ésta se desinteresó del proyecto.
lo que The Joy of Cooking hizo para la cocina [estadounidense] estándar".
[18] Child se sintió cada vez más frustrada con el proyecto a medida que avanzaba el trabajo el volumen 2.
[19] Su experiencia al escribir el volumen 2, junto con su continuo éxito en la televisión, llevó a Child a romper su asociación con Beck y descartar la posibilidad de un volumen 3, a pesar de que Beck, Bertholle y Child siempre habían tenido la intención de que la obra abarcara cinco volúmenes.
Se incluyen platos tradicionales como el boeuf bourguignon, la bullabesa y el cassoulet.
Este volumen ha pasado por muchas impresiones y se ha reeditado dos veces con revisiones: la primera en 1983 con actualizaciones para los cambios en la práctica de la cocina (especialmente el procesador de alimentos), y luego en 2003 como una edición del 40 aniversario con la historia del libro en la introducción.
[21] También se incluyen algo de repostería clásica francesa, pero la respotería recibió un tratamiento más exhaustivo en el volumen 2, publicado en 1970.
El volumen 1 de recibió críticas abrumadoramente positivas cuando se publicó por primera vez en 1961.
Los críticos elogiaron la exhaustividad del libro, pero algunos sintieron que era demasiado ambicioso para el cocinero doméstico promedio.
[24][25] La reseña del New York Times fue mixta, ya que la crítica Nika Hazelton elogió el libro por ser "elegante y preciso", pero lo criticó por estar demasiado interesado en las minucias y la teoría para ser útil para el cocinero casero.
Moskin agregó que, «en sus cualidades fundamentales, el libro y sus muchos sucesores en el canon de Child no están anticuados en absoluto.
[28] Por el contrario, en 2009, la escritora gastronómica Regina Schrambling publicó un artículo en Slate titulado "Don't Buy Julia Child's Mastering the Art of French Cooking ", donde argumentó que el libro ahora «parece abrumador en un mundo de Rachael Ray», sus recetas son demasiado complicadas e inadecuadas para los gustos estadounidenses modernos.