Condenada a muerte, fue ahorcada en 1865, convirtiéndose en la primera mujer ejecutada por el Gobierno federal de Estados Unidos.
Aunque su padre era protestante y su madre episcopaliana, Mary ingresó en un internado para señoritas católicas en Alexandria, Virginia, en 1835.
La tía materna de Mary, Sarah Latham Webster, era católica y probablemente influyó en la elección.
Dos años después, se convirtió al catolicismo y en su bautismo adoptó el nombre de María Eugenia.
En 1839 conoció a John Harrison Surratt, un huérfano que había sido adoptado por Richard y Sarah Neale, un rico matrimonio de granjeros sin hijos.
En 1851, la granja Neale ardió hasta los cimientos (se sospechó que un esclavo huido había provocado el incendio) y mientras John partía a trabajar en el ferrocarril en Alexandria, Mary y los niños se instalaban en casa de su primo, Thomas Jenkins, cerca de Clinton.
En 1858, Mary escribió una carta a un sacerdote local diciéndole que Surratt se pasaba el día borracho.
Charles, observó que para entonces la familia aún tenía seis o más esclavos trabajando en su propiedad.
Cansada de dirigir la granja, la taberna y demás negocios, Mary se planteó mudarse a la casa en la ciudad.
En el segundo había un salón delantero y un cuarto trasero que sirvió de dormitorio para Mary.
[10] Como parte del plan para secuestrar a Lincoln en marzo de 1865, John Surratt, Atzerodt y el conspirador David Herold escondieron dos carabinas Spencer, municiones y algunos otros artículos en la taberna de Surratt en Surrattsville.
[19] Dijo que había hecho el viaje para cobrar una deuda de un antiguo vecino.
Poco después de que dejase la ciudad, Booth visitó la pensión y habló en privado con ella.
Otras fuentes afirman que los testigos habían identificado a Booth como el atacante de Lincoln, y los detectives tenían información (una pista de un actor sin nombre, y un camarero) que unía a John Jr.
Mary Surratt mintió, y le dijo a los detectives que su hijo había estado en Canadá durante dos semanas.
Tanto el Coronel Henry H. Wells, jefe de la policía militar del Distrito de Columbia, como el General Christopher C. Augur, dijeron al Coronel Henry Steel Olcott que arrestara a todos en la casa.
[34][37][39] Mientras Mary Surratt estaba siendo arrestada por conspiración para asesinar a Lincoln, Lewis Powell apareció en su puerta, disfrazado.
[40][41][42] Aunque Surratt negó conocerlo, Powell fue arrestado y luego identificado como el hombre que había intentado asesinar al Secretario de Estado William Seward.
[44] Su celda, aunque era más aireada que otras,[45] estaba escasamente amueblada con un colchón de paja, una mesa, un lavabo, una silla y un cubo.
estaba en Elmira, Nueva York, en el momento del asesinato, llevando mensajes en nombre de un general confederado.
Las fuentes difieren sobre si un guardia armado se sentaba a su lado, como hicieron con los demás prisioneros durante el juicio.
Como su enfermedad se agravó durante el juicio, fue trasladada a una celda de la prisión más grande y cómoda.
[64] Surratt tuvo a Reverdy Johnson, un respetado abogado y senador de Estados Unidos, como su asesor legal.
El testimonio de Weichmann fue importante, ya que estableció una relación cercana entre Mary Surratt y los otros conspiradores.
Anna negó haber oído alguna discusión de actividades desleales o ideas en la pensión, y dijo que mientras Booth visitó la casa muchas veces, sus estadías eran siempre cortas.
Anna explicó el fracaso de su madre al reconocer a Powell afirmando que ella tampoco podía ver.
[80] Surratt estaba tan enferma los últimos cuatro días del juicio que se le permitió quedarse en su celda.
El gobierno no investigó a fondo los encuentros de Booth con Surratt al mediodía o la tarde del asesinato.
Lo más importante es que el gobierno no había conseguido detener a John Surratt, Jr.
[89] Isaac y Anna fueron enterrados al lado de su madre en el Cementerio Mt. Olivet.