Hija de padres exiliados durante el franquismo, comenzó a vivir en México desde 1940.[6] Algunos de los artistas involucrados fueron Helen Escobedo, Lilia Carrillo, Gilberto Aceves Navarro, Kazuya Sakai, Manuel Felguérez, Vicente Rojo, Fernando García Ponce, Brian Nissen y Arnaldo Coen, entre otros.[7] Asimismo, Palau formó parte de la renuncia masiva del mismo en 1971, tras la cual el salón se disolvió.Asimismo ha tenido una presencia importante en Estados Unidos, España y varios países de América Latina.En 1996 organizó el primer Salón Internacional de Estandartes, que en sus palabras “surge para introducir en circuitos internacionales a los artistas de Baja California, representantes del vigoroso movimiento cultural que se ha manifestado en nuestra frontera durante los últimos diez años.Palau fue quien impulsó esta recuperación del estandarte como técnica para abordar las problemáticas específicas de la frontera.Emilio Carballido comenta: “A la inventora de todo, Marta Palau, al Centro Cultural Tijuana, les ha tocado hacer algo nuevo.Muchos críticos han coincidido en que existe una exaltación de la sensualidad como valor plástico en sus tapices.En ella se colocaba al espectador como un elemento activo y lúdico en la obra, algo que apenas comenzaba a explorarse en ese tiempo.[14] Si bien esta artista no ha hecho explícito un posicionamiento feminista, en las diversas interpretaciones que se han hecho sobre su obra sobresalen aquellas que la vinculan a una preocupación por el cuerpo, la identidad y el poder femeninos.Para González Mello, en Recinto de Shamanes (que en palabras de la artista “es como una gran vagina que representa la fertilidad”) se problematiza la relación entre el “afuera y el adentro”, descolocando e incomodando al espectador, como en su Ambientación Alquímica –que por cierto contiene simbologías referentes a lo masculino y lo femenino.En esa disputa una estructura con un “adentro” particular irrumpe en el espacio arquitectónico del museo y plantea una naturaleza familiar, interior, distinta a la naturaleza amenazadora que se opone a la razón masculina.La artista Marta Palau sentada a la izquierda en silla de ruedas; dos salas con las esculturas que presentó en esa exhibición.
Sección para Marta Palau en ofrenda de muertos del Museo Kaluz, Ciudad de México, noviembre 2022.