Papel amate

[1]​ El resultado es una lámina fibrosa de colores que van del marrón oscuro al amarillo paja.

Durante la época prehispánica y al principio del virreinato, este papel se elaboraba con la corteza interna de otros árboles, como el morus.

Para acortar el tiempo de suavizado aún más, cenizas o cal se mezclaban en el agua.

Las fibras se acomodan en tablas de madera y son aplanadas a golpes con una piedra volcánica.

[5]​ Este proceso de maceración libera carbohidratos solubles que sirven como resina para aglutinar el papel.

Dependiendo del clima, soleado o no, esto puede llevar desde un par de horas hasta días.

Detalle del Códice de Huexotzingo , pintado sobre papel amate.
La pulpa parcialmente aplanada es frotada con una cáscara de naranja para darle un acabado suave. San Pablito, Puebla, México