Tomó los hábitos junto a su hermana Cecilia en 1589 y adoptó el nombre religioso de María de San Alberto.
En el convento vallisoletano fue inicialmente maestra a cargo de las novicias, para posteriormente ser madre superiora (1600-1626) y priora del convento (1604-1629).
Sus escritos sobre sus vivencias personales son destacados dentro de la ascética y mística del Siglo de Oro español.
Cultivó la poesía, desde un aspecto más místico, y el teatro, donde destacan las Festecicas del Nacimiento, en el formato de auto sacramental.
[2] Se han conservado los siguientes manuscritos de sus obras:[3]