[12] Se trata del único premio institucional de pintura otorgado en Sevilla a una mujer.En 1904 presentó dos obras: La mesa del abuelo y ¡A ti suspiramos!, cuadro por el que Puiggener fue galardonada con medalla de plata.[15] Como señal del efecto positivo que produjeron estos cuadros entre los asistentes al certamen, un crítico granadino escribió:es probablemente la misma obra que se conoce con el título de Madre e hija, conservado en colección particular.[20] María Luisa Puiggener cultivó, al menos en sus inicios, la pintura de tableautin, género grato también a su maestro que se había iniciado en él durante su estancia en París en 1881, aunque en torno a 1900 se encontraba ya algo desfasado.A ese género pertenecen dos obras de la artista citadas en 1906 por Mariano Pescador en Los pintores jerezanos: Jaque doble, hoy perdida, que representaba una partida de ajedrez jugada por una pareja vestida a la moda dieciochesca, y Galantería rancia, conservada en colección particular.[26] Las obras más estimadas en su momento y también ahora son, sin embargo, las propias del realismo social, en las que la influencia de su maestro es notable.Concluyendo que ambas obras, tratadas con factura sobria, «acreditan a su autora de verdadera y genial artista».Lo que Puiggener estaría reivindicando es el acceso de la mujer a la educación en todos sus niveles.
Retrato de caballero con bigote, óleo sobre lienzo, 67 x 38 cm. Colección particular.
Retrato de dama
, óleo sobre lienzo, 84 x 62 cm. Colección particular.
La última alhaja
, 1900. Óleo sobre lienzo, 112 x 130 cm, Sevilla, Colección Fundación Cajasol.
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Madre e hija
(
¡A ti suspiramos!
), h. 1901. Óleo sobre lienzo, 105 x 77 cm. Colección particular.
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