En el inicio de la Transición política que puso fin a la dictadura franquista, era miembro del Partido Social Demócrata fundado por Francisco Fernández Ordóñez y Rafael Arias Salgado, entre otros.
Con esta formación en alianza con otros partidos centristas, se presentó como candidata al Senado en las elecciones generales de 1977, obteniendo el escaño.
Activa en los debates parlamentarios de la Legislatura Constituyente, su formación política se integró en la coalición gobernante, Unión de Centro Democrático (UCD).
En las elecciones generales de 1982 ya se había incorporado a las listas electorales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), formación en la que militaría finalmente, siendo elegida diputada por segunda vez; repitió mandato en las tres legislaturas siguientes (1986-1989, 1989-1993 y 1993-1996), siempre por Tenerife.
Destacó como parlamentaria por su trabajo en la legislación sobre la ley que reconoció el derecho al divorcio, donde fue ponente, en las profundas modificaciones del Código Civil en derecho de familia y sucesiones donde se igualaron los derechos entre hombres y mujeres y se reconocieron los derechos de los hijos, con independencia de que se hubieran tenido dentro o fuera del matrimonio, se garantizó la tutela y la responsabilidad de los padres.