Mapy Cortés se inició como actriz en el teatro de aficionados en San Juan, Puerto Rico.
Contratados por una compañía teatral cubana encabezada por el barítono dominicano Eduardo Brito, la joven pareja se trasladó a España y Mapy Cortés debutó en el cine en el papel de Carmen, una vedette sevillana, en Dos mujeres y un don Juan (José Buchs, 1934).
Para cuando esta película fue estrenada, Cortés tuvo un sobrino, Paquito Cordero, quien se convertiría en un actor y productor muy importante en Puerto Rico.
Sin embargo, con la Guerra Civil la pareja se vio obligada a dejar el país justo cuando Cortés más triunfaba como vedette.
Mapy y Fernando Cortés también participaron en Mexican Moods, un corto de propaganda estadounidense que muestra a la pareja cuando actuaban en el Hotel Reforma en 1941.