En el siglo VIII los gobernantes musulmanes de la dinastía Omeya, eliminaron algunas figuras del mosaico.
En 1965, los arqueólogos Heinz Cüppers y Herbert Donner llevaron a cabo la restauración de las partes del mosaico que se conservaban.
El elemento más grande y detallado de la descripción topográfica es Jerusalén, en el centro del mapa.
Esta vista reconocible de la topografía urbana convierte al mosaico en una fuente clave para conocer el Jerusalén bizantino.
También son importantes las imágenes detalladas de ciudades como Neapolis, Ascalón, Gaza, Pelusio y Charachmoba, todas ellas tan precisas que se podrían denominar "planos callejeros".
El mapa de Madaba es el mosaico geográfico más antiguo que se conoce en la historia del arte.