Los manuscritos bíblicos varían en tamaño: desde los diminutos rollos que contienen versos individuales de escrituras judías (véase Filacteria) hasta los grandes códices políglotas (libros multilenguajes) que contienen ambos, la Biblia hebrea (Tanaj) y la griega cristiana (Nuevo Testamento), así como las obras extracanónicas.
En 1947 se encontraron en Qumrán los rollos del Mar Muerto y con ese descubrimiento los códices manuscritos completos más antiguos del Tanaj se dataron de un milenio antes (ver Tanaj en Qumrán).
Porque hay más manuscritos del Nuevo Testamento que cualquier otro escrito (solamente tenemos 10 copias de 'Las Guerras Gálicas' de Julio César), los Apologistas cristianos como Josh Mcdowell y Norman Geisler afirman que para cualquier literatura, el Nuevo Testamento es un testimonio confiable al texto original.
A menudo, y especialmente en los monasterios, un conjunto es poco menos que un centro de reciclaje de manuscritos antiguos en donde las copias imperfectas e incompletas fueron almacenadas mientras el monasterio o escritorio decidió que hacer con ellas.
Esto era muy común en el mundo antiguo e incluso hasta en la Edad Media; tales manuscritos eran llamados palimpsestos.
Luego, los textos considerados completos y correctos, se habrían deteriorado debido a un uso intensivo y/o habían desaparecido folios, entonces serían colocados en esos depósitos.
Una vez en un depósito, los insectos y la humedad contribuirían mucho al deterioro continuo de los documentos.
La idea de almacenar copias adicionales, probablemente habría sido considerada como el mejor desperdicio e innecesario, ya que la forma y la presentación de un manuscrito fueron más veces no personalizado a los gustos estéticos del comprador.
A veces un grupo de escribas harían copias al mismo tiempo como una lectura individual del texto.
El clima seco de Egipto permite que algunos manuscritos en papiro sean preservados parcialmente, pero, con la excepción del P77, no existen manuscritos en papiro del Nuevo Testamento completos; muchos consisten en una única hoja fragmentada.
[14] No obstante, a principios del siglo IV, el pergamino (y en ocasiones la vitela, un tipo particular de pergamino) vino a ser el medio común para los manuscritos del Nuevo Testamento.
Lo más formal, las obras griegas literarias fueron frecuentemente escritas incluso con un estilo distintivo, letras capitales.
Menos formal la escritura consistió de letras cursivas, las cuales podrían ser escritas rápidamente.
Generalmente hablando, las mayúsculas eran más antiguas que las minúsculas, con una línea divisoria aproximadamente en el siglo XI.
Los eruditos utilizando un cuidadoso examen a veces pueden determinar que fue originalmente escrito en el material de un documento antes de que fuera borrado para prepararlo para un texto nuevo (por ejemplo el Códice de Efrén Reescrito y el Palimpsesto Sinaítico Los libros originales del Nuevo Testamento no tienen títulos, encabezamientos, o divisiones en los versículos y capítulos, Esos fueron desarrollados años después como "ayuda para los lectores".
Le asignó las letras unciales y minúsculas y números leccionarios a cada grupo de contenido, lo cual resultó en que los manuscritos estivieran asignados a la misma letra o número.
Sin embargo, de manera significativa, un manuscrito antiguo tal como es el Códice Vaticano Griego 1209 (B), el cual no contiene Revelación, la letra B también se le asignó a un manuscrito de finales del siglo X, creando así confusión.
Porque sintió que el manuscrito era muy importante, Von Tischendorf le asignó la letra hebrea álef (א).
Eventualmente fueron encontrados muchos unciales en los que todas las letras del alfabeto latino habían sido usadas, y los eruditos se pasaron primero al alfabeto griego, y empezaron reutilizando caracteres agregándoles una letra superíndice.
[21] El agrupó los manuscritos basados en el contenido, asignándoles un prefijo griego: δ para el Nuevo Testamento completo, ε para los Evangelios, y α para el resto de partes.
Esta agrupación, sin embargo, fue deficiente porque algunos grupos de manuscritos en δ no contenían Revelación, y varios manuscritos agrupados en α contenían ya sea las epístolas generales o las Epístolas de Pablo, pero no ambas.
A las unciales se les dio un prefijo del número 0, y las letras establecidas para los manuscritos mayores, conservadas por la redundancia (p.ej.
A las minúsculas se les dio números simples, y los leccionarios fueron pecedidos con la l frecuentemente escrita el carácter (ℓ).
En el aparato crítico del Nuevo Testamento griego, se le asigna una serie de prefijos designados a versiones diferentes de idiomas (it para latín antiguo, letras minúsculas para los distintos manuscritos en latín antiguo, vt para la Vulgata, lat para latín, sys para Palimpsesto sinaítico syc para los evangelios curetonianos, syp para la Peshitta, co para Copto, ac para Akhmimic (Panápolis), bo para Bohairic, sa para Sahidic, arm para Armenio, geo para Georgiano, got para Gótico, aeth para Etíope, and slav para el Eslavo Eclesiástico antiguo.
Sin embargo, los manuscritos originales de los libros del Nuevo Testamento no sobrevivieron hasta hoy.
[28] La siguiente tabla enlista los testimonios manuscritos primitivos existentes de los libros del Nuevo Testamento.
[31] El Nuevo Testamento ha sido preservado en tres manuscritos tradiciones de manuscrito principales: los del siglo IV tipo textual alejandrino, el tipo textual occidental, también muy cercano, pero propenso a parafrasear y a otras corrupciones; y el tipo textual bizantino, el cual incluye cerca del 80% de todos los manuscritos, la mayoría comparativamente avanzada en la tradición.
Desde mediados del siglo XIX, el eclecticismo, en el que no hay una prioridad parcial a un solo manuscrtito, ha sido el método dominante de edición al texto griego del Nuevo Testamento (actualmente, Las Sociedades Bíblicas Unidas, 4a.
En cambio, la crítica forma opiniones sobre testimonios individuales, se apoya en amba evidencia, interna y externa.
Los materiales utilizados para escribir la Biblia variaron según la época y el lugar en que se compuso cada libro.