A su vez, desde los años 1950 se han registrado fuertes descensos demográficos de la megalópolis de los Grandes Lagos, que abarca Búfalo, Chicago, Cincinnati, Cleveland, Detroit, Indianápolis, Jersey City, Kansas City, Mineápolis-Saint Paul, Duluth, Milwaukee, Newark, Pittsburgh, Rochester, San Luis y Toledo.
[6] Las ciudades más cercanas a la Costa Este, como el área metropolitana de Nueva York y el Gran Boston han podido adaptarse diversificando o enfocando sus economías hacia los servicios, la fabricación avanzada y las industrias de alta tecnología.
Pronto se convirtió en Factory Belt con sus ciudades de fabricación: Chicago, Búfalo, Detroit, Milwaukee, Cincinnati, Toledo, Cleveland, San Luis, Johnstown (Windber) y Pittsburgh, entre otras.
El tipo de cambio desalineado no se rectificó hasta 1986, cuando las importaciones japonesas, en particular, ya habían hecho incursiones rápidas en los mercados estadounidenses.
Sin embargo, a fines del siglo XX, su población era la que más había disminuido en el país.
[24] El carbón, el mineral de hierro y otras materias primas se enviaron desde las regiones circundantes que emergieron como puertos importantes en los Grandes Lagos y sirvieron como centros de transporte para la región cercana a las líneas ferroviarias.
La ciudad de Lowell en Massachusetts, que había sido el centro nacional de la producción textil, fue descrito en 1933 por la revista Harper's como un "desierto industrial deprimido",[26] pues sus instalaciones se estaban deslocalizando hacia el Sur, principalmente a Las Carolinas.
La devaluación competitiva combinada con cada recesión sucesiva hizo que los trabajadores de la industria manufacturera estadounidenses tradicionales experimentaran despidos.
[35] En 1985 se inició una expansión gradual del déficit comercial de Estados Unidos con China.
En los años siguientes, Estados Unidos también desarrolló un déficit comercial con Japón, Taiwán y Corea del Sur.
Este efecto ha devastado los presupuestos gubernamentales estadounidenses y ha aumentado los préstamos corporativos para financiar los beneficios de los jubilados.
[30][31] Algunos economistas creen que a largo plazo el PIB y el empleo pueden verse afectados por grandes déficits comerciales.
[40] Sin embargo, durante la primera década del siglo XXI persistió una tendencia negativa: Detroit perdió el 25,7 % de su población; Gary, el 22 %; Youngstown, el 18,9 %; Flint, el 18,7 %; y Cleveland, el 14,5 %.
También ha habido intentos de reinventar propiedades en el Rust Belt para revertir su decadencia económica.