Manuel de Cos

Cuando cumple 18 años es llamado para hacer el servicio militar, pero es encarcelado por error y condenado a muerte, acusado de haber profanado iglesias.Esta logra ponerse en contacto con el cura de Cossío, que encuentra las imágenes supuestamente destruidas por Manuel, escondidas en un pajar.Desmontada la falsa acusación es puesto en libertad y devuelto a Rábago con un salvoconducto.Ya puesto en libertad, consigue trabajo como representante de comercio en el norte del estado, lo que no le exime de una vigilancia feroz por parte de la Guardia Civil a su familia, que rodeaba la casa y le detenía cada vez que este acudía a visitarla.Su trabajo como enlace consiste en trasladar armamento, colaborar en diversos sabotajes y más adelante en pasar guerrilleros a Francia, entre otros a su propio hermano, Jesús de Cos, hasta que es delatado por un confidente y posteriormente detenido y torturado.
Manuel de Cos, en su almacén de Madrid.