Regresó en 1906 y fue nombrado inspector de enseñanza secundaria, cargo que desempeñó hasta 1931.
Hizo por entonces su única aproximación a la lírica con dos libros, El enigma interior (Buenos Aires: [s.p.i.
Publicó las primeras obras de no pocos autores jóvenes desde las empresas editoriales que llegó a dirigir y propagó generosamente sus méritos mediante la crítica literaria en sus artículos periodísticos.
[1] Acaso su novela más conocida sea El mal metafísico (1916), que pretende describir a su generación.
Como ensayista, si dejamos fuera sus innumerables artículos periodísticos, empezó con Informe sobre el paro forzoso (Buenos Aires: Alsina, 1913).
"Capítulos enteros se dedican a la preparación, la publicación y la recepción de los libros, con una selección de reseñas críticas a las que Gálvez agrega su propio juicio, por lo general autoelogioso" .