Se cree que nació en la localidad palentina de Castromocho hacia 1517.
Debió iniciarse en los rudimentos del arte como discípulo de Alonso Berruguete, figura central en la escultura hispana renacentista.
Destacó como hábil artífice de trabajos en alabastro, material no muy frecuente en Castilla, donde siempre predominó la madera policromada en la escultura.
Su obra se inscribe en la órbita de los seguidores de Berruguete, quien había llevado las novedades estilísticas de Italia a Castilla adaptándolas a su temperamento, en ocasiones marcadamente anticlásico; Álvarez sigue huella berruguetesca, aunque se muestra menos original y más apegado al clasicismo.
Algunos estudiosos distinguen varias etapas en su evolución artística, con una progresivo viraje hacia el Romanismo o Renacimiento tardío desde su inicial formación berruguetesca; tendencia que se vería acentuada a partir de su estancia en Valladolid, donde pudo conocer las últimas novedades artísticas de primera mano.