Mano incorrupta de Santa Teresa de Jesús

Su cuerpo apareció incorrupto y flexible, por lo que el padre Jerónimo Gracián, provincial de la Orden, le cortó la mano izquierda y se la entregó a las monjas carmelitas descalzas de San José de Ávila y después, llevada por el propio Gracián, a las carmelitas del convento de San Alberto de Lisboa.

Le falta el dedo meñique, que quedó en poder de fray Jerónimo Gracián.

[2]​ En el siglo XIX, las carmelitas fueron suprimidas por el gobierno portugués y la mano pasó al Patriarcado, que a su vez la entregó posteriormente al nuevo Convento de Carmelitas de Olivais.

[3]​ La mano de Santa Teresa fue trasladada desde Málaga a Valladolid, para ser expuesta en una magna exposición con otros relicarios y obras de arte del patrimonio religioso saqueado por los republicanos que se lograron recuperar, siendo salvados de su destrucción.

Francisco Franco consiguió autorización eclesiástica para conservar el relicario en la capilla de su residencia, en el Palacio del Pardo, donde se mantuvo como objeto de especial devoción.

Mano incorrupta de Santa Teresa de Jesús.