Mainar

El arroyo Villarpardo está excavado en parte por erosión diferencial y en parte por obra humana entre los conglomerados (conocidos como "guijo") de su margen izquierda y las calizas de la derecha.

El sorprendido viajante trató de agarrar una piedra para emprender al galgo y no pudo.

Según se dice, las nubes adoptarían la forma del cura en el centro (Un gran CB en fase de crecimiento) y los monaguillos a los lados (otros dos CB menores, en fase de crecimiento y a menor altura.

Se denomina como Cura Corbatón a los cumulus congestus en una gran área que abarca desde las Cuencas Mineras a Molina de Aragón y desde el Alto Jiloca al Campo de Belchite.

Es un misterio por qué le llamarían "El Cura Corbatón", puesto que los desarrollos están bastante más lejos, no obstante, para no utilizar brújula ni GPS ni aparato alguno, la dirección de las nubes desde las localidades de las que se conoce al "Cura Corbatón" se ajustan muy bien a la localidad de Corbatón.

Debido a que la repoblación y reparto del Ibérico fueron con pocos años de diferencia se infiere que "Cura Corbatón" se empleaba anteriormente a la reconquista de Alfonso I.

Y es bien conocida la precisión de los celtíberos para apuntar a largas distancias con gran exactitud.

La etimología de Mainar es clara, lo que es confuso es porque se eligió precisamente ese nombre.

Así pues compartió las mismas vicisitudes históricas que sacudieron a toda la zona.

Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 225 habitantes.

Muchos vecinos de ambos pueblos jamás llegaron a entender la razón de porqué cuando el generador se ponía en marcha las bombillas se encendían simultáneamente en ambos pueblos siendo que Villarreal estaba más cerca del generador.

La cuestión del peso de la tierra tuvo dos bandos: Los newtonianos y los escépticos, este último bando zánjó la cuestión con la frase: "Mocé, ¿quién ha sido el guapo que le ha puesto la báscula debajo al mundo?"

Entre las mentes preclaras y visionarias de Mainar destacó Juan Francisco Salvador, quien ya décadas antes de los alunizajes preconizó el evento e incluso previó los medios y la nación que llevó a cabo tal aventura.

El suministro de la electricidad acentuó las rencillas seculares entre los pueblos vecinos, siempre había algún gamberro que cortaba el conmutador y dejaba a oscuras a Mainar, sobre todo en fechas señaladas como fiestas.

Cuando se proclamó la segunda república fue arrojada la imagen del patrón San Marcos al arroyo Villarpardo desde el desaparecido puente viejo, el sentir izquierdista se manifestó de nuevo en la victoria del Frente Popular en Mainar en las elecciones del 36, no obstante al producirse el Alzamiento Nacional se produjo el hispánico y típico fenómeno de que esos mismos anticlericales se convirtieron de la noche a la mañana en los más falangistas de los vecinos del pueblo.

Durante la batalla de Teruel en la guerra civil pernoctó una columna republicana sin que su presencia tuviera mayor trascendencia.

Asimismo fue bombardeado por la aviación nacional que había salido a destruir la columna enemiga.

Pero cuando llegaron los aviones vieron que ya no había enemigos, y como aterrizar con las bombas cargadas era peligroso arrojaron las bombas alrededor del pueblo en una noche de terror en la que no murió nadie.

E incluso algún vecino años después de acabar la guerra sacó alguna bomba sin explotar labrando con sus humildes caballerías.

Los años setenta vieron el encementado de las calles y en 1974 se instaló por fin el agua corriente, suministrada en un principio desde la popular "fuente del cloro" y posteriormente desde los depósitos sitos en el paraje de "El morrón", los cuales se llenan desde un pozo sito en la ribera derecha del arroyo Villarroya en un terreno propiedad de la familia Lázaro hasta la presente concentración parcelaria.

Ya casi tocando el término de Villarreal y a escasos metros del río Huerva se halla un molino dieciochesco en perfecto estado de conservación y funcionamiento debido a los desvelos del propietario por mantener tanto la estructura como la mecánica intactas.

Dentro del casco urbano se pueden encontrar interesantes casas particulares con elementos arquitectónicos soberbios, la mayor parte de ellos sólo son visibles desde el interior y no se aprecian en las fachadas de las casas.

Las instalaciones deportivas municipales incluyen una piscina, un pabellón multiusos con frontón cubierto y pistas al aire libre.

La pervivencia del aragonés no se limita al léxico sino a la fonología (antihiatismo muy acusado, aversión a los esdrújulos, herencia que tuvo el aragonés del gascón) y también a la sintaxis y morfología: "Tenís" en vez de "tenéis", claramente es una forma híbrida entre el "tenez" o el "ez" del aragonés y el "tenéis" castellano, asimismo lo mismo puede decirse de formas de la primera conjugación que acaban en "áis" en vez de "éis", "arreglaráis" en vez de "arreglaréis".

"Mainar es un pueblo de paso con su carretera en medio los hombres muy burlones las mujeres sin gobierno" Según contaba "Manolito el Cachimbas" cuando era niño y algún rapaz hacía alguna trastada los ancianos le decían: "Cuidado, mozé, o te apuntarán en el libro verde".

Más pequeños, blancos y dulzones que los normales; la raza estuvo desaparecida durante décadas hasta que recientemente la recuperó el vecino de Mainar Jesús Marín Minguillón.

Resulta interesante ver el hueco siempre lleno de agua en cualquier época del año en medio del secarral y sin ninguna grieta de la que mane agua.

Mainar en 1668, acuarela de Pier Maria Baldi , Biblioteca Laurenciana de Florencia , recogida en Sánchez Rivero A, Mariutti de Sánchez Rivero A. "Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal (1668-1669)", Madrid: Sucesores de Rivadeneyra; 1933
Ermita de San Andrés
Instalaciones deportivas de Mainar
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