MTV Unplugged (álbum de Mariah Carey)

Dana Jon Chapelle, que había colaborado con Carey en sus dos primeros álbumes, fue designado como técnico de sonido.

El espectáculo comenzó con la interpretación de «Emotions», cuando la cantante entró al estudio vestida con una chaqueta negra, pantalones y botas.

Además, Carey contó con diez cantantes en el escenario, dirigidos por Trey Lorenz y Patrique McMillan.

[6]​ Al iniciar la segunda canción, «If It's Over», Carey comentó que la escribió junto a Carole King, una de sus «ídolos».

En esta parte, Walter Afanasieff sustituyó a Cole en el piano, mientras un conjunto de cinco músicos masculinos se unió al escenario.

Durante la canción, Carey solía colocar el dedo índice sobre su oreja izquierda, especialmente al utilizar el registro de silbido, ya que le ayudaba a oírse con precisión y así poder ejecutar correctamente las notas más altas.

Según Chris Nickson, autor de Mariah Carey Revisited: Her Story (1998), esto permitió que la interpretación tuviera una «sensación más creíble».

[9]​ Profundizó: Justo después de terminar «Make It Happen», la cantante presentó con «entusiasmo» la última canción del repertorio, «I'll Be There».

[11]​ Además, la compañía decidió no solo lanzar el EP, sino también un paquete complementario en VHS titulado MTV Unplugged +3, que incluía las siete canciones interpretadas en la presentación, junto con los videoclips de «Can't Let Go», «Make It Happen» y una versión remezclada de «Emotions».

[12]​ En términos generales, MTV Unplugged obtuvo reseñas positivas por parte de los críticos y periodistas musicales.

[16]​ De manera similar, Anthony Violanti del periódico The Buffalo News destacó a Carey como una vocalista «talentosa», con un rango «increíble» y una notable «audacia».

En particular, resaltó como baladas «clásicas» de R&B como «If It's Over» y «Vision of Love» ganaban una «sinceridad» ausente en las versiones previas, aunque también comentó que Carey no experimenta con su música, manteniendo el mismo «control» y «compostura» que la caracterizan.

[19]​ Dennis Hunt de Los Angeles Times describió el concierto de la cantante como un «tesoro», donde trascendió los límites del pop convencional, entregando una actuación «desgarradora» al estilo góspel que, a su juicio, superaban ampliamente las grabaciones en el estudio.