Aunque ya era mayor de edad cuando sucedió a su padre en 1342, su madre profundamente religiosa ejerció una poderosa influencia sobre él.
Durante los primeros años de su reinado, Luis lanzó una cruzada contra los lituanos y restauró la autoridad real en Croacia.
Al igual que su padre, administró Hungría con poder absoluto y usó prerrogativas reales para otorgar privilegios a sus cortesanos.
Sus intentos de convertir a sus súbditos paganos u ortodoxos al catolicismo le hicieron impopular en los países balcánicos.
Al comienzo del cisma de Occidente, reconoció a Urbano VI como el papa legítimo.
En la historiografía húngara, Luis fue considerado durante siglos como el rey húngaro más poderoso que gobernó un imperio «cuyas costas eran bañadas por tres mares».
[9] Sin embargo, el entusiasmo religioso del príncipe se debe a la influencia de su madre.
[20] De acuerdo con Jan Długosz, Casimiro III celebró el sejm general (el parlamento bicameral de Polonia y Lituania) en Cracovia, donde «los prelados y nobles reunidos»[21] proclamaron a Luis como su heredero, pero la referencia al sejm es anacrónica.
[36][37] Luis favoreció especialmente a los Lackfi (Lacković), ya que ocho miembros de esta familia ocuparon altos cargos durante su reinado.
[35][36] Andrés Lackfi fue el comandante del ejército real durante la primera guerra en que Luis participó.
[59] Los condes de Corbavia (Krbava) y otros nobles croatas también se rindieron ante Luis durante su estancia en Croacia.
[66] Incluso prometió aumentar el tributo anual que los reyes de Nápoles pagaban a la Santa Sede.
[85][86] Los otros príncipes fueron enviados como rehenes a Hungría, junto con el joven sobrino de Luis, Carlos Martel.
[81] Los ciudadanos le ofrecieron una entrada ceremoniosa, pero la rechazó y amenazó con permitir que sus soldados saquearan la ciudad si no aumentaban los impuestos.
[90][91] La mayoría de las familias nobles locales (como los Balzo y los Sanseverino) se rehusaron a cooperar con él.
[105] En su marcha hacia Nápoles, enfrentó resistencia en muchos pueblos porque su milicia, que era comandada por Esteban Lackfi, se había hecho notoria por su crueldad.
[106][107][108] Durante la campaña, Luis dirigió personalmente los asaltos, escaló las murallas de la ciudad junto con sus soldados y puso en riesgo su propia vida.
[125] Sin embargo, Kęstutis no cumplió sus promesas después de que las tropas polacas y húngaras se retiraron.
[137] Algirdas, gran duque de Lituania, contrató mercenarios tártaros para asaltar Podolia, mientras que Luis decidió volver a Hungría porque temía una invasión tártara desde Transilvania.
[156] Luis envió un ejército al mando de Nicolás Lackfi para apoyar a las tropas del papa en Italia.
[160] Las ciudades dálmatas permanecieron como comunidades autónomas, solo entregaban un tributo anual y servicio naval a Luis, quien también abolió las restricciones comerciales que se habían introducido durante el gobierno de los venecianos.
A. Fine y Pál Engel argumentaron que el señor serbio era un miembro de la familia Rastislalić,[163][164] mientras Gyula Kristó e Iván Bertényi le identificaron con Lazar Hrebeljanović.
[172] Según Juan de Küküllő, Luis lanzó varias expediciones contra el vaivoda, pero las fechas no se han podido determinar.
[177] En preparación para una guerra contra Bohemia, Luis ordenó la movilización del ejército real y se dirigió a Trencsén (Trenčín).
[196] Según una cédula real, ese año planeaba invadir Valaquia porque el nuevo viavoda, Vladislav Vlaicu, había rechazado obedecerle.
[196] Luis se apoderó de Vidin y encarceló a Iván Sracimir en mayo o junio.
[210] Luis hizo intentos de convertir a sus súbditos paganos o «cismáticos» al catolicismo, incluso por la fuerza.
[264] No hay registros disponibles que corroboren si Luis había aprobado esta acción de Tvrtko.
[28][274] Algunas cédulas reales hablan sobre acciones militares en Lodomeria y Valaquia en la primera mitad de 1382, pero no se conserva más información sobre esas guerras.
[296] Tanto su personalidad caballeresca como sus exitosas campañas militares contribuyeron al desarrollo de su fama como «gran rey».