[6] El peyote está incluido en la Lista Roja de la UICN como una especie en estado vulnerable.
En la actualidad se utiliza como enteógeno, en la medicina tradicional, recreativamente y como complemento de diversas prácticas psicoterapéuticas.
Las flores, de color rosa pálido, surgen del ápice entre marzo y mayo.
[11] Se encuentra principalmente en altitudes entre 100 y 1.500 m s. n. m. y, excepcionalmente, a 1.900 m s. n. m. en el desierto de Chihuahua, aunque también está presente en climas más templados del estado de Tamaulipas.
[10] A finales de 1800, la tradición comenzó a extenderse hacia el norte, como parte del resurgimiento de la espiritualidad nativa bajo el auspicio de lo que vino a llamarse Iglesia Nativo Americana (Native American Church) y cuyos miembros se refieren al peyote como “la medicina”, utilizándola para combatir el alcoholismo y otras enfermedades sociales.
Fray Alfonso de Molina, en su diccionario, dice que la palabra deriva del náhuatl peyotl, lo cual significa algo como 'blancuzco', ‘sedoso’ o ‘suave’.
Posee alcaloides (en torno al 6%) derivados de la fenilalanina-tirosina, entre ellos la mescalina (3,4,5- trimetoxi-B-fenetilamina), que es un poderoso alucinógeno.
También contiene hordenina (n, n-dimetil-hidroxipeniletilamina), n-metilmezcalina, n-acetilmezcalina, lopoporina, tiramina, anhalamina, anhalonidina, peyotina y o-metilalonidina.
[7][21] Actualmente está protegida contra la sobreexplotación a través del comercio internacional de acuerdo a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES Apéndice II): «especies amenazadas con poblaciones que se han visto muy reducidas, aunque no están en peligro extinción, aplicando los controles necesarios para su comercialización».
[23] El gobierno mexicano otorga un permiso a los nativos huicholes, con el fin de moderar su consumo.
El peyote y otras plantas psicodélicas no están listadas ni reguladas por la Convención.