Raspa del jíkuri

[4]​[5]​ El primer estudio etnográfico completo sobre este ritual fue el realizado por Carl Lumholtz y descrito en su monografía El México desconocido en 1902.[7]​ A través de una alianza previa creada con el cacto es que los chamanes rarámuri pueden rescatar el alma del paciente.[17]​ La raspa del jíkuri se inicia en las primeras horas de la noche y dura hasta el amanecer.[9]​ El ritual, para los rarámuri en el ejido de Tehuerichi, solo se puede llevar a cabo en el periodo del año entre la última cosecha y la primera siembra.Y durante toda la noche los hechiceros restablecen las relaciones perdidas, con gestos triangulares que cortan extrañamente las perspectivas del aire.El cactus Lophophora Williamsii también es utilizado ritualmente por los comanches, kiowas, mescaleros, navajos, tónkawas y por la Iglesia Nativo Americana en Estados Unidos.