Lixiviación (metalurgia)

En otras palabras, en la lixiviación se recuperan especies útiles desde una fase líquida, correspondiente a la sustancia o una sal de esta en disolución acuosa.

La lixiviación es una técnica ampliamente utilizada en metalurgia extractiva que convierte los metales en sales solubles en medios acuosos.

En comparación con las operaciones pirometalúrgicas, la lixiviación es más fácil de realizar y mucho menos dañina, ya que no se produce contaminación gaseosa.

Se describe mejor por la siguiente reacción química: Esta reacción se produce a temperaturas superiores al punto de ebullición del agua, creando así una presión de vapor dentro del recipiente.

La lixiviación de los metales preciosos como el oro puede llevarse a cabo con cianuro o el ozono bajo condiciones suaves.

La batea posee un fondo falso cubierto con una tela filtrante la que permite la recirculación de las soluciones en sentido ascendente.

En cuanto a la composición, se debe tener en cuenta la presencia de arcillas, ya que estas producen muchos finos.

Su objetivo es explotar menas que por tener baja concentración de metal no se pueden tratar con métodos tradicionales.

Son seres quimiolitoautótrofos obligados, es decir, obtienen su energía por la oxidación de elementos presentes en las rocas, como hierro y azufre.

La bacteria más estudiada en cuanto a la oxidación biológica de los minerales sulfurados es la Thiobacillus ferroxidans.

Lixiviación