Literatura finesa

El idioma finés permaneció como lengua no escrita hasta el siglo XVI pero por supuesto eso no quiere decir que durante siglos careciese de literatura, el finés gozó de una fértil literatura popular que nos ha llegado gracias a los cantores populares que a lo largo de generaciones transmitieron esos textos, lógicamente con modificaciones y en múltiples versiones.

La poesía popular finesa se conserva en los archivos de la Sociedad de Literatura Finesa y solo una parte se publicó en la colección Suomen Kansan Vanhat Runot en 33 volúmenes publicados entre 1908 y 1948 que recogen 85.000 piezas con 1.270.000 versos.

Entre algunos intelectuales de lengua sueca comenzó a extenderse la consideración del finés como lengua nacional de Finlandia, entre ellos destacaron Johan Vilhelm Snellman que en 1863 consiguió un estatus legal para el finés semejante al del sueco.

Aleksis Kivi fue el creador de la primera gran novela en finés, Seitsemän veljestä (Los siete hermanos) publicada en 1870.

A partir de 1880 será el realismo la corriente literaria predominante con autores como Minna Canth, Juhani Aho, Arvid Järnefelt y Teuvo Pakkala.

Surge una nueva poesía, con un lenguaje más cercano a la lengua hablada, utilizando el verso libre, centrada en si, entre los autores destacan Lauri Viita, Helvi Juvonen, Pentti Holappa, Eeva-Liisa Manner, Eila Kivikkaho y el poeta más original Paavo Haavikko.

En reacción a esta poesía aparecen autores que centran su obra en la vida cotidiana o en la naturaleza, rechazando el compromiso político, es el caso de Helana Anhava o buscando nuevas formas en la poesía japonesa como Veikko Polameri.

En los años 80 se desarrolla extraordinariamente el relato, con autores como Rosa Liksom, Joni Skiftesvik o Leena Krohn.

Retrato del profesor Elias Lönnrot, figura clave en la recopilación folclórica finesa.
El Abckiria fue el primer libro publicado en finés.