[1] Su obra representa una unión entre Europa y Asia que integra ambos continentes.
También figura entre los artistas multimedia célebres por sus instalaciones y por su concepción personal de la escenografía.
Debido al dramático efecto que la revolución cultural ejerció sobre ella y sobre su generación, Li Chevalier consideró como algo inevitable este desvío hacia el estudio de la política y la filosofía.
Li Chevalier recibe su formación artística en los años 90, empezando por numerosas estancias de estudio en Italia, como, por ejemplo, su estancia en el Instituto de Arte y Restauración del Palazzo Spinelli en Florencia.
En Francia, participó en clases magistrales impartidas por los pintores francesas Thibaut de Reimpré y Pierre-Henry.
[4] En 2003, Li Chevalier viaja a Londres para perfeccionar su técnica en el Atelier Dalí del Central Saint Martins.
Sin embargo, esto no fue posible debido a la nacionalidad francesa de la artista.
En diciembre de 2004, la Virginia Commonwealth University's School of the Arts dedica una exposición monográfica, Silence voilé (Silencio encubierto), a Li Chevalier.
Además, en 2006, la Byam Shaw School of Art del Central Saint Martins acogió en Londres una monografía de la artista.
En un clima de intensa globalización cultural, la escena artística china se divide en dos tendencias antagonistas.
Tras vivir entre Asia y Europa durante tres decenios, Li Chevalier se une a los que optaban por un tercer camino.
Su formación estuvo marcada por los dos polos artísticos de Occidente: Italia, donde el arte clásico persiste, y Londres (Central Saint Martin), más bien conocido por su vanguardismo.
Esto es lo que el sinólogo François Jullien dice del trabajo de Li Chevalier en el artículo Encre et Entre (tinta y entre) que le dedicó: «“Encre”: lenguaje artístico singular de un Oriente milenario.
Busca reforzar la lírica de la tinta china mediante una revolución del soporte y añadiendo otras materias: trabaja sobre lienzo integrando pigmentos, fragmentos minerales, arena, papel y caligrafía.
Además, afirmaba que la emoción estética no se materializa sin un profundo apego al valor de la vida.
Las exposiciones e instalaciones de Li Chevalier se distinguen por su concepción escenográfica y por su composición espacial específica, que incorporan una cierta dimensión teatral.
Todo esto contribuye a una experiencia sensorial que aúna espectáculo y obra.
Con esta instalación, Li Chevalier crea un eco, unas sombras nacidas de las pruebas a las que se vieron sometidos estos dos países tan lejanos, pero que comparten un destino de extraño parecido.
En 2010, la Alianza Francesa de Pekín organiza su exposición en solitario titulada Symphonie Visuelle (Sinfonía visual), que rendía homenaje al compositor letón Pēteris Vasks.
Entre otras muchas composiciones musicales que inspiraron a Li Chevalier podemos citar las siguientes: Le Sacre du Printemps de Igor Stravinsky (colección privada en Estados Unidos), Noche Transfigurada de Arnold Schönberg (titítulo en el idioma original: Verklärte Nacht) y Les Inventions à Deux Voix de Bach.
Las estelas de Li Chevalier están encoladas sobre un soporte metálico e iluminadas desde dentro.