Leyenda del lago de Sanabria

Nadie lo atendió, salvo unas mujeres panaderas que estaban cociendo pan en el horno de este pueblo.Ellas se apiadaron de él, y lo dejaron entrar en la sala del horno para que pudiera guarecerse del intenso frío y saciar su hambre con algo más de masa que pusieron en el horno.Sin embargo, a uno de ellos le había ordeñado a la madre y no había podido mamar, derramándose parte de la leche ordeñada por el lomo del animal.Este finalmente no pudo sacar la campana del fondo del Lago y el bien alimentado le decía: La campana que se hundía le decía a la otra que salía: Y esta es la campana que los hombres de bien pueden oír repicar desde el fondo de las aguas la noche de San Juan.El libro se hizo famoso y fue conocido en toda Europa con el nombre de Codex Calixtinus, y pasó a convertirse en una suerte de guía para viajeros a Compostela durante la Edad Media.Probablemente Picaud, nuestro monje, conocía la leyenda de Lucerna suiza y la transcribió para su obra referida a la península ibérica.