Ley de Matrimonios Reales de 1772
La ley dice que ningún descendiente de Jorge II, hombre o mujer, distintos de las princesas que se hayan casado o con posterioridad se casen con "familias extranjeras", podrían casarse sin el consentimiento del monarca reinante, "manifestado bajo el gran sello y declarado en consejo".Ese consentimiento debe figurar en la licencia y en el registro de matrimonios, e introducido en los libros del Consejo Privado.La ley invalida cualquier matrimonio siempre que sea celebrado o solemnizado en contravención de la misma.Si bien sus descendientes perdieron la Corona Real de Hannover en 1866, y sus títulos británicos en 1918, como descendientes en línea masculina de Jorge II siguen requiriendo permiso para sus matrimonios al monarca británico.Todas las monarquías europeas, y muchos reinos no europeos, tienen leyes o tradiciones que requieren la aprobación previa del monarca para que los miembros de la dinastía reinante puedan contraer matrimonio.En Gran Bretaña, ya que la ley no ha sido modificada desde que fue originalmente aprobada, su ámbito de aplicación ha crecido ampliamente, afectando no solo a la Familia Real inmediata del Reino Unido, sino también a los parientes más lejanos del monarca.Por otra parte, su competencia es cada vez mayor: Mientras que las pasadas princesas británicas generalmente se casaban con miembros de dinastías extranjeras, eximiendo a sus descendientes de la ley, ahora la mayoría se casa con ciudadanos británicos, de modo que sus hijos también se sujetan a las restricciones de esta, al igual que sus descendientes protestantes que se casen con británicos.