Hasta esta fecha había seguido las reglas de la primogenitura, pero con preferencia del varón sobre la mujer: tenían prioridad los hijos sobre las hijas y los hermanos sobre las hermanas.
Fuera de ello, los individuos en la línea de sucesión no necesitan tener unos deberes legales u oficiales específicos (aunque los miembros de la familia real británica a menudo los tienen).
Bajo las circunstancias por las que la monarquía es compartida por los quince países de la Mancomunidad de Naciones, la línea británica de sucesión está separada, pero es simétrica a las líneas de sucesión en los otros catorce países, a menos que la constitución del reino, específicamente se remita a las reglas de sucesión del Reino Unido.
La primera vez que esta norma tuvo consecuencias fue al nacer en 2018 el príncipe Luis de Cambridge (tercer vástago del príncipe Guillermo), que continuó en la línea de sucesión por detrás de su hermana la princesa Carlota (nacida en 2015), en lugar de precederla, como habría sucedido de continuar en vigor la antigua norma.
Sucesor al trono: Guillermo, príncipe de Gales.