Sus partidarios proponen que las diversas lenguas habladas en Eurasia, América, África del Norte, Polinesia y Micronesia tienen una relación genealógica y, en última instancia, descienden de las lenguas habladas durante el Paleolítico superior en los milenios posteriores al Último Máximo Glacial.
[1][2] El concepto se debe a Harold C. Fleming (1987), quien propuso una "mega-superfamilia" para las lenguas de Eurasia, América, África del Norte, Polinesia y Micronesia denominándola Boreana.
Creen que las buenas reconstrucciones de superfamilias como el eurasiático eventualmente ayudarán a investigar relaciones lingüísticas aún más profundas.
También han sugerido posibles vínculos entre el 'boreano' y otras familias lingüísticas especialmente con las lenguas indo-pacíficas.
[5][6][7][8][9] Starostin divide a las lenguas boreanas en dos megafamilias, la nostrática y la dené-daic que incluye a varias macrofamilias: También se presentó el siguiente esquema filogenético más probable para las lenguas boreanas:[10] Nihali Tai-kadai Austronesio Austroasiático Miao-yao Sinotibetano Sumerio Buruchasquio Na-dené Yeniseo Euskera Ibero Hatti Tirsénico Hurrito-urartiano Caucásico septentrional Amerindio Afroasiático Drávida Elamita Kartveliano Chukoto-kamchatka Esquimo-aleutiano Nivejí Altaico Indoeuropeo Urálico Yucaguir