Los líderes prominentes del estado incluían a Pál Prónay, el conde Gyula Ostenburg-Moravek y el ex primer ministro húngaro István Friedrich.
[1] Burgenland se caracteriza por su topografía llana, que incluye algunos pantanos, así como extensos asentamientos urbanos separados por vastas extensiones de tierra.
Según datos de un censo realizado en 1918, Burgenland también contaba con una pequeña población judía, representando aproximadamente el 1,2% del total.
[3] De acuerdo con la perspectiva austriaca, Burgenland se consideraba histórica, étnica y religiosamente parte del territorio austríaco-alemán.
Se argumentaba que lugares como Kismarton/Eisenstadt y Fraknó/Forchenstein en Burgenland habían sido dominios reales húngaros durante siglos.
Horthy se vio compelido a aceptar los términos del tratado para mantener su posición y poder.
En el año 1921, Pál Prónay inició la formación de una nueva milicia paramilitar conocida como la Rongyos Gárda (Guardia Desaliñada).
Esta guardia, según algunas fuentes, fue organizada en secreto y operaba con el consentimiento implícito del gobierno húngaro.
Los insurgentes, compuestos por civiles, adoptaron una vestimenta distinta, sustituyendo las gorras militares por capuchas que llevaban un emblema nacional húngaro en la parte superior.
En esta situación estuvo involucrado el ex primer ministro István Friedrich, quien lideró la guerrilla en Kismarton (Eisenstadt).
Sin embargo, tanto Héjjas como Friedrich se negaron a obedecer las órdenes de Gömbös y mantuvieron su autonomía.
El objetivo principal de Prónay era llevar a cabo el Plan Sigray-Lingauer, ideado por el Conde Antal Sigray.
Según este plan, si el gobierno húngaro acordaba renunciar a Hungría Occidental en favor de Austria, los rebeldes establecerían un estado independiente llamado Lajub.
Además, el gobierno húngaro ejerció presión sobre Lajtabánság para evitar sanciones por parte de las potencias aliadas.
Según este acuerdo, el referéndum debe celebrarse en Sopron y en otros ocho pueblos como condición para la disolución de Lajtabánság.
El primer ministro István Bethlen envió una carta a Sopron para ordenar la retirada de los insurgentes, que decía:
Felsőőr emergió como el epicentro y la capital de Lajtabánság, debido a su población mayoritariamente húngara.
El capitán Béla Bárdos ejerció como abogado, y el teniente György Hir, miembro de la Asamblea Nacional húngara, fue designado como conferenciante en asuntos económicos.