Ladrón Íñiguez

[2]​ En 1130, recuperó la confianza del rey hasta convertirse en la principal figura de los territorios que habían detentado Diego López I de Haro y su familia.

Como vasallo de Alfonso I acudió a la movilización de la hueste del rey convocada para asediar Bayona (1130-1131) junto a sus hermanos Lope Íñiguez y Fortún Íñiguez.

En septiembre del mismo año, el rey Alfonso le concedió la tenencia de Viguera en la Rioja.

Sin embargo, el rey García Ramírez no rompió con la familia del conde, pues los hijos de Ladrón pasaron a gobernar las mismas tenencias que su padre.

De este modo se explica que Ladrón regresase al reino pamplonés y fuera asignado en sus tenencias (1140), habiendo un año antes ostentando las tenencias de Aibar y Leguín.