En su forma más simple puede ser una simple habitación o apartamento en la que los usuarios de un nuevo producto lo utilizan en un ambiente natural, permitiendo a estos usuarios participar activamente en su diseño; o puede llegar a un centro público con múltiples expertos en diferentes disciplinas colaborando para crear ideas, diseños y artefactos tecnológicos de forma colaborativa.
Argumentan que un laboratorio vivo representa una metodología de investigación centrada en el usuario para descubrir, prototipar, validar y perfeccionar soluciones complejas en múltiples contextos reales y en evolución.
crowdsourcing o sabiduría de las multitudes) en una inteligencia colectiva, creando aplicaciones y contenidos nuevos.
Por lo tanto, un laboratorio vivo constituye más bien un entorno experimental, que podría compararse con el concepto de aprendizaje experiencial, en el que los usuarios se sumergen en un espacio social creativo para diseñar y experimentar su propio futuro.
El proceso de laboratorio vivo, que integra tanto la investigación centrada en el usuario como la innovación abierta, se basa en una espiral de maduración donde un equipo multidisciplinar participa en las siguientes cuatro actividades principales:[27]