[6] La voz está grabada en una cámara de ecos, correspondiéndose con la letra que describe a la canción como "un dulce eco".
La letra comienza hablando del pasado, de una vez cuando "el mar bramó frente a mi" y nació una canción que hoy llega al poeta "como un dulce eco".
Ambos conversaban sobre la presencia reiterada de la imagen del mar en sus canciones, con diferentes significados aunque siempre relacionados con la vastedad o la eternidad.
En temas como "Ana no duerme" (Almendra I), "Lejísimo", "Trampaluz" o "Las olas", el mar expresa la vastedad cósmica.
[8] En 1997, cuando el álbum fue lanzado, Spinetta ya se había divorciado y la relación con Peleritti era pública.