La cuna vacía

El filme, que recrea la vida del médico Ricardo Gutiérrez, tuvo gran éxito de taquilla.

El accidente que presencia con la muerte de un niño cambia su vocación y pasa a estudiar Medicina.

En abril de 1948 la productora Artistas Argentinos Asociados firmó contrato con el destacado escritor, ensayista, periodista y médico pediatra Florencio Escardó, cuyo seudónimo era Piolín de Macramé, para filmar su guion sobre la vida del Dr. Ricardo Gutiérrez.

Al mes siguiente Germán Gelpi comenzó a armar los decorados en tanto la dirección se encargó a Carlos Rinaldi, que había sido jefe de producción de la empresa hasta poco antes.

La película es vacilante al comienzo, alcanza vibración dramática en las escenas de la guerra y la epidemia para terminar en un remanso espiritual.