[1] En 1922, Diego Rivera pintó su primer mural en México, el cual realizó en el interior del Anfiteatro Simón Bolívar.
[1] En el nicho esta la célula original, de donde surge la figura del hombre, con los brazos abiertos en la cruz.
[3] En el centro superior, hay un semicírculo azul representando la energía primaria, proyectada hacia tres direcciones.
Junto a este grupo de musas, se encuentran personificadas las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
[4][2] En el área superior de cada escena hay dos figuras angelicales sentadas sobre una nube: en la izquierda la Sabiduría y en la derecha la Ciencia.