Señalando que las ideas de Charles Darwin son «teorías científicas» sólo creadas para validar, explicar y justificar la superioridad racial y la represión a otras, Vasconcelos intenta rechazar esas teorías y reconoce en sus propias palabras un esfuerzo ideológico para mejorar la moral cultural de la «raza oprimida» al dar una teoría optimista del futuro desarrollo de una «raza cósmica».
El segundo estado gira en torno a la racionalidad (la vida se somete al control de la ley: aparece la política y el derecho).
El tercer estado, el más avanzado, se fundamenta en torno a la voluntad (todas las regulaciones sobre la vida dejan de tener sentido, pues el hombre ha alcanzado su plenitud en la espiritualidad, misma que se practica a través del amor).
La concepción que Vasconcelos tiene del tiempo histórico no es unidireccional: una civilización puede avanzar o retroceder entre los tres estados sociales mencionados (y ha sucedido muchas veces en la historia mundial).
Esa postura termina la posibilidad de la renovación; la civilización en cuestión cumple su misión histórica (o no) y poco a poco pierde vitalidad, retrocediendo a través de los estados sociales, hasta que desaparece por completo (el ejemplo más claro es Egipto).