Desde 2005 la zona de La Naya está inscrita como bien inmueble en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
Para 1876 en La Naya ya había varias viviendas y una cantina, la cual estaba destinada al despacho de víveres y abasto para los empleados residentes en la zona.
Dado que las casas no disponían de agua corriente se levantó un lavadero público, situado a cincuenta metros del poblado —en las cercanías del apeadero ferroviario—.
En 1972-1973 la entonces propietaria del terreno, el grupo Unión Explosivos Río Tinto (ERT), realojaría al resto de habitantes en nuevas viviendas levantadas en Minas de Riotinto.
En la parte superior había dos tolvas con compuertas automáticas donde se vertían los cubos con las deposiciones.
Debido a ello, se levantó otra estación ferroviaria cerca de la boca del túnel.