Se dio a conocer de forma amplia en 1916 con su colorido poema sinfónico Fontane di Roma, seguido por Pini di Roma y Feste romane.
Estas tres composiciones se consideran un conjunto y frecuentemente son ejecutadas o grabadas de esta manera.
Por mucho tiempo éstas fueron, junto con sus tres Suites Aires y danzas antiguas, sus únicas composiciones conocidas fuera de Italia.
Cuando el libretista Claudio Guastalla, el libretista con quien más colaboraba Respighi, sugirió una ópera adaptada de la obra teatral Anna Pedersdotter, la Bruja (1908) del dramaturgo noruego Hans Wiers Jenssen, Respighi sintió que podría ser adaptada en un escenario del Medioevo temprano en Ravenna.
Sin embargo, Respighi y Guastalla cambiaron el escenario de la ópera a la Rávena del siglo VII.