La última bruja de Trasmoz es una novela del escritor español César Fernández García.
El escritor romántico Gustavo Adolfo Bécquer ha abandonado temporalmente su trabajo en el periódico El Entreacto para recluirse en el Monasterio de Veruela.
Su mujer Casta le había echado en cara que volviera a las andadas, como cuando dejó la redacción del periódico El Contemporáneo para alquilar una celda de dicho monasterio.
En esta ocasión, el escritor pretende retomar una leyenda de la comarca del Moncayo que últimamente le tiene obsesionado.
[5] Durante uno de sus paseos por el bosque cercano al monasterio, Bécquer siente que es perseguido.
Bécquer logra escapar, pero un frío interior lo acompañó ya durante los pocos días que le restaron de vida.
Su íntimo amigo Ramón Rodríguez Correa dejó escrito que Gustavo Adolfo Bécquer, unos segundos antes de expirar en la cama, pronunció unas enigmáticas palabras: – Todo mortal.
Al igual que su genial ascendiente, abandona su trabajo y se marcha a un monasterio de la comarca del Moncayo.
Sólo el narrador se permite utilizar un lenguaje más culto y cargado de referencias literarias.
Entre otros sitios y calles que se mencionan están: La obra está dividida en 20 capítulos formalmente.