Es la distancia a partir de la cual, en el seno de la protonebulosa solar, las moléculas y átomos más livianos de la nube que fueron desplazados por el viento solar del proto-Sol, hidrógeno, helio, carbono, nitrógeno y sus compuestos más ligeros como agua, óxido de carbono, amoniaco y metano estaban a una temperatura lo suficientemente baja como para estar solidificados, formando sólidos granos de hielo.
[1] Esta zona es a su vez un punto de inflexión en la formación del sistema solar primitivo, diferenciándose en la actual división entre dos clases de planetas: los planetas terrestres y los planetas jovianos.
[2][3] Las sustancias livianas de la nebulosa solar fueron arrastradas por el propio viento solar, de un sol recién nacido y velocidades superiores a los 200 km/s, fueron expulsados fácilmente desde centro dicha la nebulosa primitiva hacia su exterior, más allá de la actual órbita de los asteroides, en oposición a sustancias pesadas como silicatos y granos metálicos, que orbitaron a distancias inferiores a las 3 unidades astronómicas (U.A.)
Se ha estimado que la temperatura umbral fue inferior a 150 K (−120 °C), pudiéndose ubicar este lugar donde actualmente se sitúa la parte central del cinturón de asteroides a una distancia media de 2,7 unidades astronómicas (U.A.
[2] El término utilizado procede del uso derivado del mismo en las ciencias de la Tierra y principalmente geología histórica.