Anteriormente las cocheras y talleres se encontraban en las cocheras de Sarriá, pero estas fueron desmanteladas en 2004 para ser centralizadas en el centro de Rubí.
[8] La línea 7 tiene una longitud de 3,9 kilómetros y siete estaciones.
El proyecto inicial se replanteó, ya que cortaba por la mitad las islas proyectadas por Ildefonso Cerdà, haciendo que pasara por la calle de Balmes y Vía Augusta.
En 1905 se llevaron a cabo trabajos para electrificar el tren y se adaptó el ancho de la vía al estándar (1435 mm).
[15] Desde mediados del siglo XIX y hasta finales de siglo, hubo varios proyectos para la construcción de servicios ferroviarios entre Barcelona y el Vallés, que por diversas razones no se llevaron a cabo.
[16] Se le otorgó a Carles Emili Montañés la concesión de la creación un ferrocarril entre Sarriá y Planes de Vallvidrera, que circularía en terrenos reversibles al Estado.
[16][17] Montañés no disponía de apoyo financiero, así que buscó la colaboración del Doctor Frederick Stark Pearson.
[19] La empresa comenzó las actuaciones para ampliar el Tren de Sarriá hacia el Vallés con el inicio de las obras del túnel de Vallvidrera en mayo, y entre Les Planes y San Cugat al año siguiente.
[20] El 1917 llegaba el ferrocarril a Sant Cugat,[21] En 1921 a la estación de Tarrasa (ahora llamada Terrassa-Rambla), y en la estación de Sabadell-Rambla no llegó hasta 1925, ya que el consistorio presionó para que la línea fuera subterránea.
[25] En 1929 se abría el tramo subterráneo entre Plaza Cataluña y Muntaner.
La empresa, a pesar de aumentar precios, había tenido pérdidas y ya no se veía viabilidad a la continuación de la prestación del servicio.
Los servicios se numeraron, Los servicios se numeraron, empezando a utilizar el color marrón y la identificación «U7» (U por urbano)[41] En 2003, junto con la puesta en funcionamiento de la línea 11, la U7 se decide integrar dentro de la red del Metro de Barcelona, pasando a formar parte de la numeración del suburbano y adquiriendo así su nombre actual: «L7».
[44] El DPTOP recomendaba el proyecto de Fontanella y los estudios así lo confirmaban.
[45] En enero de 2009 se adjudicó la redacción del proyecto constructivo.
El nuevo gobierno del Ayuntamiento de Barcelona tampoco veía bien este proyecto, aduciendo a las afecciones en superficie que causaría en un punto central de la ciudad.