«Lágrimas en la lluvia» es el nombre con el que se conoce el monólogo final del replicante Roy Batty (interpretado por Rutger Hauer) en la película Blade Runner (1982), de Ridley Scott.
[1] Escrito en sus versiones iniciales por David Webb Peoples, fue parcialmente modificado por el propio Hauer la noche antes de filmar.
Momentos antes de morir, el replicante Roy Batty dice a Rick Deckard, mientras llueve torrencialmente:
[5] Otras versiones alternativas del soliloquio fueron rodadas, aunque esta fue la que se mantuvo en el montaje finalmente estrenado.
Tanto el hombre como Dios, como ella afirma, son personajes cuyo destino está más allá de su propio control.