Klingsor o Klingsohr es un personaje del folclore germánico altomedieval.
Klingsor funge como villano en el Sängerkrieg, donde aparece como un trovador y hechicero proveniente de Hungría.
[1] El propio Eschenbach recoge a Klingsor en su romance Parzival.
Sin embargo, seducido por una mujer, se convirtió en una flor del infierno y la lanza cayó en poder de Klingsor quien se la clavó a Amfortas en el costado provocándole una herida que sólo la propia lanza puede curar.
Todos aquellos que intentaron recuperarla de manos del brujo también han sucumbido, pero el Grial ha profetizado que un día llegará un hombre puro y gran conocedor de la pena.