Julio Granda

Todo ese conocimiento adquirido más su talento natural le permitieron clasificarse en la final del Campeonato Nacional Absoluto de Perú cuando tenía nueve años.

El año 1977, el maestro internacional argentino Jorge Szmetan visita el Perú y derrota a Julio con facilidad y en su regreso a Buenos Aires tuvo el generoso gesto de enviarle los cuatro tomos del reconocido Tratado General de Ajedrez del maestro argentino Roberto Grau.

Esa importante carencia la fue compensando con su gran espíritu competitivo y aversión a perder que le desarrolló la virtud de reconocer sus errores en plena partida.

No logró en esa nueva etapa, ningún resultado importante, hasta que en 1984 ganó el Campeonato Panamericano Juvenil y le otorgaron el título de Maestro Internacional.

Empezó a viajar con más frecuencia al extranjero y en 1985, no obstante ser ya el segundo ajedrecista peruano, quedó muy rezagado en el Campeonato Nacional Absoluto del Perú.

Ese mismo año reaccionó y en un torneo a doble vuelta entre los mejores jugadores peruanos, excepto el gran maestro Orestes Rodríguez que vivía en España, consiguió ganar el evento con 100% de efectividad.

Su particular estilo de juego sobre la base de las ideas que iba captando en sus propias y ajenas partidas, presenciadas en vivo y en directo, más su afán por buscar siempre la victoria, fueron elevando disimuladamente su nivel, que le permitió en 1992 ubicarse entre los 25 mejores ajedrecistas del mundo; su mejor posición alcanzada.

En el 2002, volvió a la palestra ganando por quinta vez el Campeonato Nacional Absoluto de Perú y al año siguiente el "Capablanca in Memoriam" en La Habana, Cuba.