Este interviene en la digestión de todos los principios inmediatos (carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos).
Esta secreción provee las enzimas necesarias para la actividad digestiva del tubo gastrointestinal.
Entre los principales componentes inorgánicos se encuentran el sodio, potasio, cloruro, calcio, zinc, fósforo y sulfato; aunque desde el punto de vista fisiológico el bicarbonato es el ion de mayor importancia segregado por el páncreas.
La enteropeptidasa, una enzima que se encuentra en la mucosa duodenal, rompe el enlace lisina-isoleucina del tripsinógeno para formar tripsina.
También intervienen, aunque en forma secundaria, la gastrina, el péptido intestinal vasoactivo y el glucagón producidos en el estómago e intestino.
Se considera que actúan a tres niveles distintos: cefálico, gástrico e intestinal.
En la fase gástrica, la distensión del estómago, producida por los alimentos, estimula por vía directa y vagal la liberación de gastrina.