El estómago humano está compuesto por aproximadamente mil millones (1.000.000.000 o 1 × 109) de células parietales u oxínticas.
Las células parietales son dinámicas en su forma (morfología), porque experimentan una transición entre su estado de reposo y su estado secretor.
Este sistema es extenso y posee una gran cantidad de microvellosidades que protruyen hacia su interior.
Estos orgánulos numerosos tienen crestas compactas y una matriz densa que contiene partículas opacas.
En la superficie basal de la célula parietal, la membrana plasmática muestra invaginaciones, que están pobremente desarrolladas, penetrando solamente una corta distancia.
[6][11][12] Las células parietales gástricas son un tipo de célula epitelial altamente especializada, que secretan ácido clorhídrico (HCl), generando el entorno fuertemente ácido, característico de la luz gástrica (pH <2).
La secreción de las células parietales está muy regulada a través de numerosos mecanismos, incluidos: el nervio vago, la gastrina, la histamina, la grelina, la somatostatina, Péptido similar al glucagón tipo 1 y otros agonistas y antagonistas.
Las células parietales también tienen receptores en su membrana basolateral para los inhibidores de su función: somatostatina y prostaglandinas.