Jueces 14
[1] Según la tradición judía, el libro fue atribuido al profeta Samuel,[2][3] pero los eruditos modernos lo consideran parte de la Tradición deuteronómica, que abarca los libros de Deuteronomio a 2 Reyes, atribuidos a escritores nacionalistas y fervientes yahvistas durante la época del rey reformador de Judea Josías en el siglo VII a. C.[3][4].[7] Los manuscritos antiguos existentes de una traducción al griego koiné conocida como Septuaginta (originalmente se hizo en los últimos siglos a. C.) incluyen el Codex Vaticanus (B;[16][17] El capítulo 14 tiene la siguiente estructura:[16][17] Las luchas de poder entre Sansón y los filisteos se derivan del incidente registrado en los Versículos 1-4 de este capítulo que comienza con Sansón «bajando» a Timna y «vio» a una atractiva mujer filistea.La matanza del león con las manos desnudas (versículo 5) se mantuvo en secreto (cf.Este episodio presenta a Sansón con un superpoder al que siguen hazañas sobrehumanas contra los filisteos (cf.[18] La miel en el cadáver del león actúa como fuente de alimento para un guerrero (Versículo 8; cf.[18] La sección central del acertijo (Versículos 14-17) tiene una simetría concéntrica resaltada por las palabras «contar» y «acertijo» como sigue:[22] El acertijo en sí fue dado con un alto arte de juego de palabras (Versículo 14), tomando los tres posibles significados de la raíz «“ry» («comer», «león», o «miel») que la respuesta correcta al acertijo sería «ari mē ari«”' (»miel de león").[23] Sin embargo, los filisteos evitaron dar esa respuesta que traicionaría su fuente de conocimiento, y en su lugar dieron un contra acertijo como respuesta: «¿Qué es más dulce que la miel?El episodio del león y la miel tiene un simbolismo profundo: el león, como animal impuro y feroz, puede representar a los pueblos paganos enemigos de Israel, en especial los filisteos.Según la Ley (Lv 11,32-38; Nm 6,6), la miel sería impura por haber estado en contacto con un cadáver, pero Sansón la come y la ofrece a sus padres sin revelar su origen, desobedeciendo las normas divinas.