Juan de Salinas y Zenitagoya

Se enroló en el ejército en 1777, siendo enviado a la región de Maynas durante varios años.

[3]​ En 1803 es reconstituido en Quito, donde encontró una ciudad dividida en bandos irreconciliables formados por europeos (chapetones) y blancos nacidos en América (criollos).

A ellos se unió Salinas, con la actividad, diligencia e impetuoso carácter con que siempre ejecutaba todos sus actos.

[3]​ En agosto de 1809 volvieron a alborotarse los ánimos ante la invasión napoleónica a España, y el miércoles 8 Salinas acude nuevamente a una reunión en la casa de Francisco Javier de Ascázubi, donde se convino en dar el golpe al gobierno español durante la madrugada del viernes 10.

Esta renuncia causó pésima impresión en el pueblo, que protestó haciendo circular una hoja volante en su contra.

[3]​ El 4 de diciembre Salinas se hallaba en su casa situada en la Plaza Mayor, contigua al Ayuntamiento, desde donde pudo ver que los doctores Morales y Arenas eran escoltados por soldados en dirección al Cuartel Real, pero como él mismo no se creía comprometido por haber entregado la tropa, se despreocupó; más, al mediodía apareció en su puerta la escolta y le presentaron la orden de prisión en su contra.

Con aspecto sereno salió rumbo al Cuartel, atravesando para ello el pretil de la Catedral y desde allí dirigió el último saludo de despedida a su familia.

Su segunda hija, María del Carmen, nació pocos días después de ser apresado.

Las hijas contrajeron matrimonio, María Dolores con el abogado Joaquín Gutiérrez y la menor, María del Carmen con Manuel de Ascázubi, que sería Presidente de Ecuador entre 1849 y 1850.

Juan de Salinas y su hija María Dolores. Antonio Salas (1802).
María de la Vega Nates (esposa de Juan de Salinas) y su segunda hija, María del Carmen. Antonio Salas (1811).