Poquísimo se sabe sobre este humanista y escritor, aunque fuera tan unánimemente admirada su portentosa habilidad para traducir con inspirada perfección clásicos latinos en verso castellano, capacidad que llegó a ser denotada como "milagrosa" y que pasmó incluso a tan duro crítico como era don Marcelino Menéndez Pelayo.
Arjona pretendía dedicar su obra al licenciado don Bernabé de B[arre]da.
Hubo una segunda edición, en 1888, para la Biblioteca Clásica Hernando (La Tebaida de P. P. Estacio I-II) en dos tomos.
Los elogios contemporáneos a este poeta de la corriente manierista o prebarroca son más que subidos.
Este último fue escrito hacia 1598-1603 e imita el Laus muscarum incluido en la Moschaea del humanista italiano y poeta macarrónico-burlesco Teófilo Folengo.